Atención de Salud Mental
La Fundación CESME desarrolla un servicio Clínico/Comunitario centrado en la promoción, prevención e intervención en salud mental desde una perspectiva integral y territorial. Su enfoque se basa en la articulación entre barrios, comunidades e instituciones diversas —educativas, empresariales, ministeriales, organizaciones públicas y privadas— con el objetivo de construir redes colaborativas que permitan gestionar recursos, diseñar intervenciones y ofrecer atenciones especializadas en salud mental comunitaria.
Este servicio busca fortalecer los vínculos entre quienes trabajan por el bienestar colectivo, facilitando espacios de encuentro donde se intercambien saberes, experiencias y herramientas prácticas para abordar las necesidades reales de cada contexto. La idea no es actuar de forma aislada, sino construir puentes que permitan una atención más cercana, inclusiva y sostenible.
Desde este enfoque, la Fundación acompaña la atención directa de personas usuarias en situación de vulnerabilidad psicosocial, promoviendo su acceso a espacios de escucha activa, contención emocional y acompañamiento terapéutico. Al mismo tiempo, impulsa acciones de sensibilización y educación en salud mental dentro de la comunidad, con el fin de prevenir situaciones de riesgo y fomentar entornos protectores.
Entre sus iniciativas, la Fundación diseña y ejecuta campañas de movilización interbarrial que buscan romper estigmas, visibilizar derechos y generar conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental en todos los ámbitos de la vida. Estas campañas no solo llegan a las calles, sino también a centros comunitarios, clubes barriales, comedores, hogares de niños y adultos mayores, casas de medio camino y otros espacios clave de contención social.
El servicio clínico/comunitario se extiende además a la coordinación con dispositivos de atención diurnos y nocturnos, garantizando continuidades de cuidado que respondan a las múltiples realidades que atraviesan las personas en situación de calle, aquellas en contextos de exclusión o con trayectorias marcadas por el aislamiento y la precariedad.
En definitiva, este servicio representa una apuesta por una salud mental que no se limite a lo clínico, sino que se haga presente en la comunidad, en las relaciones, en los espacios cotidianos y en las decisiones colectivas. Porque cuidar la salud mental no es solo responsabilidad de los especialistas: es tarea de toda institución que elija mirar a las personas con dignidad, empatía y compromiso.